Dice el dicho que más vale pedir perdón que pedir permiso. Esto
parece que está aplicando el gobierno del Distrito Federal con varias obras,
como el túnel de Mixcoac, el granito de avenida Presidente Masaryk, y ahora el
llamado “corredor Chapultepec”.
En lo que se ha llamado un “madruguete”, el gobierno del DF
otorgó a la empresa PICSA la concesión a 40 años para operar la zona que va del
Metro Insurgentes al Metro Chapultepec y deberá entregar un 5 por ciento al
gobierno capitalino. El proyecto pretender construir una especie de segundo
piso, llamado elegantemente “parque lineal” con jardines, restaurantes, áreas verdes, mesitas
al aire libre, carril para metrobus, y reducir de los diez carriles actuales,
cinco en un sentido y cinco del otro, a sólo cuatro, dos de ida y dos de
regreso.
La llamada rehabilitación de esta importante avenida fue
concesionada por 40 años a la Agencia para la Promoción de Inversiones y
Desarrollo de la Ciudad de México, (PROCDMX) en asociación con Proyectos de Infraestructura
Chapultepec (PICSA). Se calcula que las obras inicien en septiembre, a un costo
de mil 757 millones de pesos que invertirán las dos empresas con un retorno por
la venta, renta y concesión de locales que serán construidos en este proyecto.
Se calcula que tenga una duración de 18 meses.
Investigando quién está detrás de este proyecto, encontré que la
Agencia de Promoción de Inversión y Desarrollo para la Ciudad de México es una empresa
paraestatal, creada en el 2007 por Marcelo
Ebrard. La empresa busca aprovechar espacios para beneficio de los capitalinos,
sin que cueste al erario capitalino. Con presupuesto del gobierno capitalino y
recursos propios, PROCDMX dirigida por el Dr. Simón Levy Dabbah, obtuvo la concesión
a 40 años en asociación con el consorcio Proyectos de Infraestructura
Chapultepec S.A.P.I. de CV (PICSA) Así
de enredado como suena.
Los inversionistas son Jorge Gilberto Zapata Alvarado y Juan
Bautista Guichard Cortina y el Deutsche Bank México. El proyecto viene desde
mayo del año pasado, para aprovechar y explotar 116 mil metros cuadrados.
Vecinos se han manifestado en contra de la obra que apenas fue
anunciada ayer, ya que –aseguran- no los tomaron en cuenta. Miguel Ángel
Mancera dijo que “la obra es inminente, pero se puede modificar”. Al buen
entendedor pocas palabras.
El problema es que este “parque lineal” asfixiará a esta
importante zona de la ciudad, ya de por si conflictiva. Las manifestaciones en
Paseo de la Reforma obligan a los automovilistas a usar Avenida Chapultepec,
con sus diez carriles, pero en 18 meses los automovilistas toparan con locales
y segundos pisos y sólo cuatro carriles, dos de ida y dos de vuelta, insuficientes para
dar salida a todo el tráfico que pasa por ahí.
Aún es tiempo de recapacitar y no darle el tiro de gracia a esa
importante zona de la ciudad. Miguel Ángel Mancera tiene la palabra.
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