La
contingencia ambiental que padece la ciudad de México, está sacando lo peor de
los políticos y los muestra tal como son, faltos de visión, de autoridad. El
reparto de culpas, las soluciones sobre las rodillas y la falta de compromiso
con los gobernados salen a flote ante emergencias como la que vivimos desde
este fin de semana.
Miguel
Angel Mancera, el jefe de gobierno de la CDMX reclamó a los municipios
conurbados del estado de México de hacer poco para controlar los índice de
contaminación, la respuesta que obtuvo de Eruviel Ávila, el gobernador del
estado de México fue más bien propia de un berrinche que de un estadista. El
estado de México cierra el paso a la basura de la ciudad de México que se
vierte en los tiraderos porque son muy contaminantes. Esta decisión que en
lugar de ayudar complica el problema fue la respuesta del gobernador Eruviel
Ávila.
Miguel
Ángel Mancera tiene razón en decir que los municipios como Ecatepec y
Tlalnepantla aportan una buena cantidad de Imecas al medio ambiente. El
transporte público del estado de México y las industrias contribuyen en buena
medida a elevar los índices contaminantes. El CAME que es la Comisión Ambiental
de la Megalópolis que incluye a los estados de México, Morelos, Puebla,
Tlaxcala e Hidalgo, cumplió dos años con seis meses sin lograr al menos una
agenda que rija las medidas a tomar o una hoja de ruta para bajar la contaminación
y unificar criterios. Reuniones para meramente la foto.
Miguel
Ángel Mancera de un paso extremo y prohíbe circular a todos los autos con
calcomanía roja, sin importar si traen el engomado doble cero, el cero, o la
uno.
El
Presidente Enrique Peña preocupado por lo que sucede, instruye a la secretaría del
medio ambiente establecer una norma emergente de verificación vehicular,
pasándose por alto a la autoridad de la ciudad de México. Pero el anuncio habrá
que aterrizarlo y explicar en que consistirá esta nueva Norma Oficial y
aplicarla.
Otro
causante de que aumenten los índices de contaminación, son también el alto
número de autos en circulación con un pasajero, especialmente las enormes
camionetas negras que llevan a un político y atrás otras enorme camioneta igual
con sus escoltas.
Ya
dice nuestro himno nacional que “un analista en cada hijo te dio”. Hoy todos
tienen la solución a los problemas e identifican las causas de los altos
índices de imecas. Yo sin ser una autoridad del medio ambiente si le puedo
decir que no se puede culpar a una sola
causa, sino a varias.
No
se puede decir que los cerca de 600 mil autos que descansaban un día a la
semana y dos sábados al mes y que algunos de ellos pasaron las estrictas nomas
de verificación y volvieron a la circulación diaria, sean los culpables. La culpable es la corrupción que permite a
autos que no pasarían la verificación, hacerlo.
La
falta de movilidad ante las obras que reducen carriles, sin pensar en sus
consecuencias. La falta de una visión global que mejore la circulación con
semáforos bien sincronizados, policías profesionales, retiro de topes, de autos
estacionados en doble fila, de bloqueos, de circulación de camiones de carga.
Un
reglamento de tránsito que no sea una calca de uno de Suecia, sino uno adecuado
a nuestras necesidades. Se han puesto topes, se ha prohibido la vuelta continua
a la derecha, se limita la velocidad.
La
mala calidad de los combustibles que vende Pemex, son causa de que los
automotores emitan más contaminantes a la atmosfera.
Todas
estas son causantes de la contingencia que vivimos hoy.
Bien poco duró el gusto por la queja de los aires tumbaárboles y espectaculares a cambio de cielos tranparentes de azul profundo y brillante. La nombrada CDMX retorna a la realidad opaca y tóxica irremediablemente gris hasta en su gobierno ¡Chingao!
ResponderEliminarSaludos
Juan Danell
Estupenda columna. Mejor explicado imposible. Aunque quedan varias dudas sobre estos políticos autistas.
ResponderEliminarJosé Manuel Flores Martínez