El problema del narcotráfico en los Estados Unidos es grave. Según el último informe mundial sobre las drogas y su consumo que elabora Naciones Unidas, revela que los Estados Unidos es el gran mercado de consumo que se trafican principalmente de México, Centroamérica y América del Sur. La heroína que se siembra y produce en Centroamérica y América del Sur, la mariguana procedente en su mayoría de México.

El consumo de mariguana en los Estados Unidos se ha duplicado en los últimos diez años. Hoy 23 estados y el Distrito de Columbia, entre ellos Rhode Island,  han aprobado su uso con fines medicinales y cuatro más la han legalizado con fines recreativos.

Rhode Island, puerta de entrada a drogas

El problema del consumo de drogas en este pequeño estado al norte de Nueva York, con apenas poco más de un millón de habitantes, el 80 por ciento de ellos blancos es preocupante. Rhode Island tiene la tasa más alta de consumo de cocaína,  mariguana y otras substancias ilícitas de cualquier otro estado de la unión americana. Los narcotraficantes la utilizan para distribuirla a estados cercanos como Massachussetts, Nueva York y Conneccticut. Carteles de la droga de colombianos, dominicanos, portoriqueños, mueven la droga que llega de Canadá, Centroamérica y México.

 


Este martes 26 hay elecciones primarias en cinco estados del este, entre ellos Rhode Island. Poco antes en la capital Knoxville, la gente estaba muy prendida con el tema del muro fronterizo y Donald Trump no perdió la ocasión de despertar odios.





Le gritaron: “Build that Wall, Build That Wall, dijo Trump: “No lo duden, el muro se va a construir. Se
levantará rápido, será resistente y alto, ayudará a evitar que se esparzan las drogas en Rhode Island” dijo Donald Trump, aunque tendría que construir también un muro enla frontera con Canadá, y otro en el mar para la que llega en lanchas de centroamérica, y cerrar los aeropuertos para evitar la entrada de droga de otros lugares.



Lo preocupante no es lo que pueda decir Trump sino la gente que le gritaba: “Construye el muro, construye el muro”, esos estadounidenses que se sienten amenazados en sus trabajos, en su salud y en la de sus hijos por la venta de drogas y la propuesta de construir un muro de dos mil kilómetros, porque ya hay mil construidos en partes de la frontera, toda esta propuesta es música para sus oídos.

 
Con sus discursos, Trump incita al odio y al  racismo. En sus mitines no se aceptan voces contrarias, de inmediato son expulsados a gritos y jalones, como sucedió en Rhode Island.

El embajador Sada
Carlos Sada Solano, el nuevo embajador de México en Washington, tiene una responsabilidad enorme, organizar no solo un cambio de imagen que sataniza a los mexicanos ya desde finales del año pasado cuando Trump habló de construir un muro que paguemos los mexicanos, sino revertir la tendencia racista que nos dibuja como los malos de la película como narcotraficantes y violadores.


Poco ayudan declaraciones diluidas y soltadas al aire como las de Vicente Fox este lunes en la Universidad de Valladolid en España, donde habló invitado por la fundación FAES de José María Aznar: Fox le dijo a Patricia Alvarado, la corresponsal del noticiario "De 1 a 3"  en España,  que Trump es un “tipejo copetudo, pelos de elote”, algo que fácilmente cualquier niño de primaria puede superar en adjetivos. Lo que también dijo Fox es que es preocupante que el 18 por ciento de los estadounidenses blancos clase media que le apoyan.

Contra el racismo y el odio

Carlos Sada, el flamante embajador de México en Washington tiene un trabajo de tejido fino más de fondo que de entrevistas y comentarios para cambiar la tendencia negativa que hay en los Estados Unidos hacía lo hispano y lo mexicano. 

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