Primero
calificado de excéntrico millonario, personaje de la televisión, precandidato hablador
y controvertido por sus ideas, para finalmente tacharlo simplemente de loco y
hoy verlo como una amenaza no sólo para los Estados Unidos sino para el mundo
entero.
Donald
Trump levanta polémica con sus puntos de vista sobre la migración, el terrorismo, la diplomacia, las minorías. Apenas volvió al tema de construir los dos mil
kilómetros que faltan por cubrir la frontera entre los Estados Unidos y México.
Como cuesta unos ocho mil millones de dólares, Trump ha dicho que el gobierno
mexicano deberá pagarlo a lo que Luis Videgaray, el Secretario de Hacienda
respondió que no, que ni lo piense, con recortes y todo. Pero Don Donald volvió a la carga y dijo que el dinero que
mandan los indocumentados mexicanos a sus familias en México será bloqueado
para construir este muro.
El
dinero que mandan los casi 12 millones de mexicanos que trabajan en los Estados
Unidos, muchos de manera formal, otros indocumentados, sumó el año pasado 24
mil 791 millones de dólares, muy por encima ya de los ingresos petroleros o
turísticos. En enero y febrero las
remesas marcaron un máximo histórico de 4 mil 025 millones de dólares. No por
nada Mr. Trump que a fin de cuentas es un empresario de casinos y de bienes raíces,
se ha fijado en ese dinero.
Apenas
ayer dos obreros mexicanos, Diego Saúl Reyna y Alfonso Ramos, tuvieron la osadía de subir a la torre Trump
en Vancouver, Canadá. Y colocar una bandera mexicana en señal de protesta
contras sus comentarios racistas contra los mexicanos, algo que yo aplaudo. Ellos dijeron que sin la mano de obra de los mexicanos ese edificio no se hubiera construido.
El
Presidente Brack Obama respondió a la idea de un muro que paguen los
trabajadores mexicanos y dijo que es una idea poco práctica y es otro ejemplo
más de algo que no es debidamente analizado y se presenta sólo para el consumo
político.
El
presidente Obama agregó que el muro tendría implicaciones para la economía mexicana,
si colapsa, enviará más inmigrantes hacía los Estados Unidos al no poder
encontrar trabajo en México.
Donald
Trump ha dicho que las empresas estadounidenses que tengan plantas en México,
deberán pagar un sobreprecio por los artículos fabricados en México e
importados a los Estados Unidos.
La
Ford Motor le respondió hoy con una inversión de 1,600 millones de dólares en
una planta en San Luis Potosí que construirá autos compactos y generará unos 2
mil 800 empleos en cuatro años.
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