¿Que lleva a un estadounidense jubilado de 64 años, con una vida clase mediera, sin antecedentes penales a cometer una matanza de 58 personas y herir a 500?   

Benjamin Paddock, poseedor de una aparente  vida tranquila en la comunidad de retirados de Mesquite en Nevada, a 130 kilómetros de Las Vegas, con casa propia frente a un campo de golf, dueño de una avioneta privada y solvencia para dedicar su tiempo al juego en los casinos de las Vegas es hoy uno de los peores  asesinos.    

Paddock no tenía antecedentes penales, sus vecinos y familiares lo describen como una persona tranquila, no violento y no se explican su transformación en un  asesino que el domingo 1 de octubre tomó al menos 19 rifles automáticos los metió a una maleta, rentó una habitación en el hotel Mandalay, famoso por un bello acuario en la zona sur de Las Vegas y abrió fuego contra la multitud.

Frente al hotel se llevaba a cabo un concierto de tres días de música country llamado “Route 91 Harvest” con un estimado de 22 mil personas. La habitación en el piso 32 frente al concierto le dio un lugar privilegiado para disparar sobre la multitud que no se daba cuenta de lo que sucedía. Pronto gritos de terror y pánico se contagiaron con el sonido de las armas automáticas que disparaba sin cesar sobre la muchedumbre. 

Hoy no se saben los motivos que llevaron a este asesino a abrir fuego, por lo pronto la policía investiga los posibles nexos de Paddock con algún grupo terrorista, pero hasta ahora nada.  Nuevamente otro concierto en vivo es blanco de balas y sangre.  En mayo pasado en la estación del Metro de la Arena O2 de Londres, donde se presentaba Arianna Grande un terrorista estalló una bomba, matando a 22 personas. Antes en el 2015 en la sala Batacán de Paris fue blanco de terroristas de ISIS que mataron a 90 personas mientras tocaba el grupo de Eagles of Death Metal. 

Hoy este nuevo hecho violento vuelve a cuestionar la libertad que tienen los estadounidense de armarse hasta con un fusil automático capaz de disparar 600 balas por minuto, algo que por más que se debate no se comprende. Se antepone la segunda enmienda que especifica que cualquier persona es libre de comprar y portar armas de fuego, pero hay un abismo entre una pistola y un fusil automático. 

(Foto principal NBC News) 

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