Foto. (Arturo Corona) |
Donald Trump cumple el viernes 10 de febrero, tres semanas en la Casa Blanca, 21 días en
los que sus órdenes ejecutivas y twitts han abierto varios frentes, Irán, Yemen,
China, Europa, el programa de salud Obama Care, la presión a empresas estadounidenses
a regresar sus plantas de México, la prohibición a ciudadanos de siete países
musulmanes y el revés que le dio un circuito de jueces federales que la frenó,
además el muro, la deportación de indocumentados, hasta la línea de ropa de
Ivanka Trump.
Sin duda la relación entre México y los Estados Unidos está en
su peor momento en al menos cien años cuando en una descara intervención del
presidente William Taft y su embajador Henry Lane Wilson contra el gobierno del
Presidente Francisco I. Madero, apoyó su asesinato a manos de Victoriano Huerta
y mandó dos barcos de guerra y 5 mil soldados a México.
¿Muchos o pocos? Lo importante es manifestarse (Foto A. Corona) |
Hoy las amenazas se repiten con una gran dependencia
comercial, y al menos 12 millones de indocumentados bajo la amenaza de ser
deportados, perseguidos y señalados. Hasta ahora los mexicanos hemos sido
insultados a pesar de ser dos países que comparten no solo una historia y una
frontera de 3 mil kilómetros. Millones de familias comparten ligas familiares en
ambos lados, que somos un país aliado con la carga del combate al narcotráfico con
los Estados Unidos su principal mercado. Algún político dijo y no sin razón que México
pone los muertos y nuestros vecinos los consumidores.
Me llama la atención que naciones pequeñas y lejanas como
Yemen con 27 millones de habitantes alce la voz ante el gigante en respuesta a
un operativo de la CIA que cobró la vida de 20 civiles. En ciudades de los
Estados Unidos ha habido protestas ante el golpe a los derechos humanos. En
Europa manifestaciones contra la prohibición a siete países de mayoría musulmana y no he
visto marchas, quejas y protestas en México a pesar de las frases ofensivas de
Trump que nos ha calificado de violadores
y narcotraficantes. Hemos sido pasivos y en cambio aplaudimos al SuperBowl y
los Óscares y no somos capaces de externar nuestra queja. Mejor Evo Morales o
Nicolás Maduro alzan la voz.
Por un México sin corrupción (Foto A: Corona) |
El domingo 12 de febrero hubo expectativas por la marcha de #VibraMéxico.
Organizaciones civiles, líderes como Enrique Graue el rector de la UNAM y
ciudadanos preocupados por la relación tensa que existe desde hace tres semanas
con nuestro vecino del norte, decidieron salir a manifestar su protesta contra
el Presidente Donald Trump y su actitud belicosa hacia los mexicanos.
Algunos
criticaron la marcha y a sus organizadores. Las opiniones van desde los que aseguran que no va a
cambiar nada, que no fue una gran convocatoria, que acallaron las potestas contra EPN, otros
más que quisieron que fuera una marcha contra las alzas a las gasolinas y el gobierno
del Presidente Enrique Peña.
Ya en la marcha pude ver muchas familias, personas de edad mayor, jóvenes, algunos con ropa de marca, otros no. Pancartas varias en inglés y en español, contra Trump, contra Peña y contra el Muro. Todos unidos cantaron el Hinmo Nacional, se desmontó un muro de cajas de cartón y papel y en orden taly como llegaron 20 mil personas según cifras de la policía, pudieron ser más, pero eso no era lo importante, lo era el poder manifestar el descontento con los temas que más nos afectan hoy, las políticas xenofobas de Donald Trump y la conducción de este país que no marcha por un buen camino.
Ya en la marcha pude ver muchas familias, personas de edad mayor, jóvenes, algunos con ropa de marca, otros no. Pancartas varias en inglés y en español, contra Trump, contra Peña y contra el Muro. Todos unidos cantaron el Hinmo Nacional, se desmontó un muro de cajas de cartón y papel y en orden taly como llegaron 20 mil personas según cifras de la policía, pudieron ser más, pero eso no era lo importante, lo era el poder manifestar el descontento con los temas que más nos afectan hoy, las políticas xenofobas de Donald Trump y la conducción de este país que no marcha por un buen camino.
Lo importante: hacerse oir (Foto A. Corona) |
En Resumidas Cuentas la decisión de marchar o no es personal,
nadie estuvo obligado, tampoco se vale descalificar a los que acudieron vestidos de blanco a manifestarán su inconformidad: En un país de 120 millones de habitantes, una zona metropolitana de 20 millones, el que 20 mil salieran a las calles es una muestra que exite la libertad para maifestar las ideas, las opiniones.Lo negativo es que el resto o no les importa o prefieron seguir en su zona de confort. Yo no.
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