La promesa de campaña del presidente electo Donald Trump de secar el pantáno en que se ha convertido Washington da sus primeros pasos. Aún es temprano para saber hasta dónde planea llegar para terminar con el cabildeo, los intereses, la corrupción que existe entre los círculos del poder en la capital de los Estados Unidos.  Sus primeros nombramientos me recuerdan -guardando las distancias- a Vicente Fox.

El expresidente Fox que fue un gran crítico de Trump y de los pocos que alzaron la voz para criticarlo, aunque se quedó en un nivel mínimo al calificarlo de güero “pelos de elote”. Su parecido llama la atención, ambos son empresarios, Trump sin experiencia política, Fox diputado y gobernador. Los dos llegaron sin equipo experimentado en la política. Fox se dedicó a consultar con los caza talentos para buscar a los mejores hombres y mujeres, pocas veces le atinó.

Hoy Donald Trump da forma a lo que será su gabinete y busca entre empresarios al secretario de Comercio, al secretario del Tesoro. Causó controversia al nombrar a dos personajes que estarán cerca de él. Uno su jefe de gabinete de la Casa Blanca, Reince Priebus, personaje del partido republicano ubicado en el Tea Party, de extrema derecha y Steve Bannon, su principal estratega y asesor, también ubicado en la extrema derecha. Priebus presidente del Partido Republicano fue visto como a la clase política que lo llevó a la Casa Blanca. Bannon es dueño del portal de noticias Breitbar News, favorito de los sectores de extrema derecha del partido republicano y duro crítico de su dirigencia. Se le vincula con una corriente llamada “alt right” que simpatiza con la supremacía blanca.



Mucho interés con la primera entrevista larga que da Trump tras su triunfo hace una semana. En 60 minutos de la CBS News habló de lo que sin duda muestra lo que será su gobierno.   Dijo que el muro en la frontera con México será en parte una reja, pero ya no volvió a hablar de un muro muy alto y bonito que pagaremos los mexicanos, aunque no quiere decir que ha cambiado su promesa, tal vez lo ha suavizado. También habló de que deportará a 3 millones de indocumentados que son criminales, miembros de crimen organizado. ¿De dónde salió la cifra de 3  millones? nadie lo sabe con certeza.
Jeh Johnson, secretario de Seguridad Interna de los Estados Unidos dijo en entrevista con la agencia Bloomberg que ignora de dónde sale el número pero que la agencia no ha dejado de arrestar y deportar criminales. Agregó que hablar de 3 millones significa un gasto multimillonario para deportarlos, pero la agencia de Homeland Security ubica e identifica a los criminales y los ha deportado y los seguirá haciendo.

Muchos de los once millones de indocumentado, la gran mayoría de mexicanos ni son criminales y como dijo Vicente Fox, “hacen el trabajo que ni los negros hacen”. Basta darse una vuelta por los campos agrícolas de California para ver muchas mujeres recogiendo frutas y verduras, se les paga entre 6 o 7 dólares la hora, a veces más entre 120 o 140 pesos la hora cuando aquí el mínimo es de 70 pesos el día. Otros reciben 45 centavos de dólar por canasta de jitomates recolectados por diez canastas de 15 kilos cada una, unos 45 dólares por jornada 900 pesos o un poco más.
Pero México no sólo exporta mano de obra barata, Silicon Valley en California tiene una población importante de desarrolladores mexicanos que ganan mucho más.

En medio del triunfo de Trump, se informa que el Presidente Barack Obama recibió una llamada del Presidente Enrique Peña. Los Pinos dice que fue en términos cordiales. Peña Nieto felicitó a Obama por ser un amigo incondicional de México y un socio comprometido.


Esperemos que el Presidente electo Trump no cambie mucho ese sentimiento. 

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