La peor pesadilla: verificar un auto

La emergencia ambiental que vivimos en marzo de este año vino a complicarnos la vida a todos los capitalinos y de manera gratuita. Los altos índices de contaminantes que dispararon las contingencias ambientales atrapó a las autoridades de la Ciudad de México y a las de la Secretaría del Medio Ambiente federal en una situación inédita y simplemente fue el examen para salir reprobados por su falta de capacidad y habilidad para enfrentar de manera ordenada la contingencia con medidas de fondo.

Nuestras autoridades medioambientales y de la ciudad en un simplismo ante la gravedad del problema, transfirieron el peso de la culpa a los 5.5 millones de vehículos que circulan en la Ciudad de México, pero nada han hecho para mejorar la calidad de las gasolinas, controlar las emisiones de camiones de carga y pasajeros a diésel, disminuir las emisiones de fábricas, reforestar, combatir la corrupción en los verificentros.

Luego de meses de reuniones y análisis en las que, hasta el Doctor Mario Molina, Premio Nobel de Química analizaron las opciones y lo más elevado que acordaron fue centrar la guerra contra la contaminación en restringir la circulación y diseñaron una verdadera pesadilla para los capitalinos.

Las nuevas normas ambientales aplicadas en los verificentros se han traducido en una pérdida de tiempo y en disparar nuestra neurosis.

¿De que ríen los funcionarios?

Hoy si usted quiere verificar ármese de paciencia. Necesita una cita, esta se puede hacer madrugando y formándose antes de las 7:00 am, espere a que abran a las 8:00 y cruce los dedos para que le toque una ficha y regrese a otra hora, un día perdido en el trabajo.   Si usted prefiere puede hace su cita por teléfono, pero esto es casi imposible. Le dan varios números y un horario para llamar, pero es peor que hablar para pedir un premio en una estación de radio o hablar con Toño Esquinca, nunca le contestarán. Pero hay una tercera opción, si usted es de redes sociales entre al sitio del verficentro, pero no todos cuentan con uno, haga su cita. Seguramente lo agendarán en una semana y en una hora poco hábil.

Si usted compró un auto de agencia esperando evitar esta pesadilla, pues bienvenido a otra. Los autos nuevos hay que llevarlos a verificar y durante dos años no tendrá que volver a hacerlo pero para hacerlo primero tiene que ir a verificar de lunes a jueves porque un auto son permiso de circular no lo hace viernes ni sábados. Esto no termina ahí, armado de paciencia lleve su flamante auto y tiene 99 por ciento de posibilidades que le digan que no pasa la verificación por nuevo. Tendrá que llevarlo a carretera para aflojarlo, pero recuerde que ni viernes ni sábado circula.

En Resumidas Cuentas la verificación se ha convertido en la peor pesadilla en estos días de muertos.