Luego de mucha
discusión los diputados aprobaron la Ley de Ingresos para el año próximo, este
es el dinero que entrará al presupuesto y contempla cobros, impuestos,
cargos. Entre lo importante un tipo de
cambio que pasó de 18.20 a 18.62 pesos por dólar, un aumento en el techo de
deuda por 5,393 mil millones de pesos. Se simplificó el pago de impuestos en el
Régimen de Pequeños Contribuyentes, el gasto pre operativo de empresas y varias
deducciones.
Se negoció un aumento
al impuesto de los refrescos y bebidas azucaradas que afortunadamente no
prosperó. Este gravamen ha demostrado que no ha contribuido a una vida más sana
y a reducir la obesidad.
También quedó fuera una
propuesta para disminuir el IEPS, el Impuesto Especial en las gasolinas y
diésel, pero se adelanta la liberación de sus precios.
Este año que los
habitantes de la zona metropolitana de la Ciudad de México pasamos por un
periodo de emergencia ambiental, se propuso varias deducciones a la compra de
autos híbridos y eléctricos, a las estaciones de recarga y al consumo de
electricidad para cargar estos vehículos.
No prosperó la
deducibilidad al 100 por ciento de estos autos, lo que sí se autorizó fue una
deducción en el ISR, el Impuesto Sobre la Renta hasta por 250 mil pesos en su compra,
así como préstamos hasta de 30 por ciento para la adquisición de autos
eléctricos. Sí le interesa una
bicicleta o moto eléctrica podrán deducirse no hasta el 50 por ciento como se
había pedido, sino se autorizó la mitad, una deducción del 25 por ciento.
Se incluyó una
deducción de gastos por honorarios derivados de servicios de psicología y
nutrición que sean prestados por profesionistas titulados. Se permitirá que
empresas puedan contratar planes de retiro colectivos, incluso cuando se trate
de asociaciones de profesionistas o de gremio.
Llama la atención algo
que en el papel suena muy bien y son primero un estímulo al deporte y otro a la
producción teatral, a la cultura. El primero es para deportistas de alto rendimiento que
amplía el límite de 20 millones de pesos por proyecto de inversión y programas
deportivos. Antes se consideraba una deducción para el desarrollo de las
instalaciones deportiva, hoy se incluye su mantenimiento y gastos de operación.
El estímulo a la
producción teatral es algo que sin duda fomentará esta cultura con mucha
tradición en nuestro país, pero que enfrenta
problemas ante los fuertes gastos para adquirir los derechos de una obra,
montarla en México, pagar derechos, producción y todavía obtener ganancia. El estímulo fiscal para la producción teatral
es de 100 millones de pesos.
Hay que advertir que
esto es lo que aprobaron diputados, todavía falta que pase por el Senado y ahí
puede haber ajustes sorpresivos, pero en principio así fue lo que se aprobó.
Tome nota.
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