La
corrupción es un tema pendiente que arrastramos los mexicanos. El sentir que se
trata de un mal que en lugar de disminuir, crece lo tenemos presente. Poco
abonan casos difusos como la Casa Blanca, la casa de Malinalco, los contratos
de la constructora OHL con el gobierno del estado de México, el caso Moreira,
son temas que no se han aclarado y siguen causando el deterioro de la imagen de
México en el extranjero.
Transparencia
Internacional, la organización que da voz a las víctimas de actos de corrupción
en 168 países del mundo, califica a los
países en una escala de uno al cien donde uno es muy corrupto y 100 el menos
corrupto.
México
se encuentra a la mitad de la lista en el sitio 95. Nuestra calificación se
mantiene estable en relación a la del año pasado con 35 puntos. Los
tres países menos corruptos, todos son nórdicos, Dinamarca, Finlandia,
Suecia. En el otro extremo, Afganistán,
Corea del Norte y Somalia.
Llama
la atención de países como España y Brasil, donde se han registrado sonados casos
de corrupción en la política y asignación de obras, estén mejor que nosotros.
España en el sitio 36, aunque en la cola de la zona euro, Brasil en el sitio 38
aunque perdió sitio pues ocupaba el 43 en el 2014.
Mejor
que nosotros en la percepción de corrupción, están Chile y Uruguay, Cuba,
Grecia, Israel, El Salvador y Panamá. Precisamente en Panamá hoy se anunció que
sigue el proceso contra el ex presidente Ricardo Martinelli acusado de corrupción en un
contrato que involucró la venta de comida deshidratada para escuelas públicas
por nada más 45 millones de dólares. Martinelli esta fugado pero se sabe que
vive bien en Miami.
El
último caso de Humberto Moreira, detenido en Madrid cuando llegaba al
aeropuerto de Barajas, acusado de lavar la mínima cantidad de 200 mil euros.
Sus abogados probaron que los recursos no son ilícitos, pero la policía y la
fiscalía sospechan que esas empresas son una tapadera y el fondo del asunto
está en conocer su procedencia y es lo que se investiga. El caso Moreira, un
político con una fortuna que se atribuye a negocios ilícitos, pero en México no
se le investigó.
Con
el tema OHL nuevos audios revelados permiten escuchar las voces de Juan Miguel
Villamir, ni mas ni menos el presidente de OHL internacional y de José Andrés
de Oteysa presidente de la constructora en México. Estos nuevos audios citan,
no lo muestran, a Emilio Lozoya,
director de Pemex por recomendar a los directivos de OHL, asociarse con
“Técnicas reunidas” empresa petrolera especializada en construir refinerías y
sacar así una licitación de Pemex. OHL
aceptó la veracidad de las voces, pero asegura han sido manipuladas.
México
con una percepción de corrupción a la mitad de la tabla de 168 países.
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