El
proyecto del Corredor Chapultepec, un tramo de 1,3 kilómetros que corre del
metro Chapultepec a la glorieta del metro Insurgentes, está a punto de pasar a
la historia como el mejor ejemplo de privatización del espacio público, abuso
de autoridad, manipulación de una consulta, pasando por encima de los derechos de los
habitantes de la zona.
Miguel
Angel Mancera, hoy de visita en París, recibió
de Marcelo Ebrard, hoy exiliado en París, la Agencia de Promoción de Inversiones y
Desarrollo para la Ciudad de México, que dirige Simón Levy. Su misión en el
papel es promover y realizar proyectos estratégicos bajo esquemas de asociación
con inversionistas privados. Se buscan
obras que sean autosustentables económicamente, que no le cuesten al gobierno
de la ciudad. La Agencia de Promoción se mueve entre la rendición de cuentas y
la opacidad que le da el manejar proyectos conjuntos con inversiones privadas. El
gobierno del DF convoca a los proyectos, pero no se sabe con claridad que
ofrece a cambio. Los vecinos dicen que
primero se hace el modelo de negocio, luego se les llama a ellos para que
opinen. Califican el proyecto de “ilegal”,
se acusa de favoritismo, y falta de transparencia a la autoridad del GDF.
El
Corredor Cultural Chapultepec ha sido desde su origen, motivo de polémica y blanco
de inconformidades. Hoy el corredor
cultural está apunto se ser aprobado con una encuesta de dos variables: “Sí o No”
Claro
que los verdaderos vecinos quieren que el espacio sea seguro, que mejore el
transporte público, pero no quieren que
Avenida Chapultepec se convierta en un gigantesco “Mall” que los excluya de la
zona.
Aunque la respuesta de la encuesta no es
vinculante, la obra ya está en marcha, el tema se ha politizado, los partidos políticos, la Asamblea
Legislativa, la delegación Cuauhtémoc, los vecinos, la propia agencia de
promoción se acusan uno al otro.
Miguel
Ángel Mancera vendió las bondades de mejorar la avenida Chapultepec, columna vertebral para conectar el poniente con
el oriente y que corre paralela a Paseo de la Reforma. Mancera busco inversionistas, ofreció
contratos privados a 40 años para privatizar banquetas, partes de la avenida
que tendría un segundo piso con terrazas, cafés, galerías, y demás bondades. A nivel calle correría metrobus, bicicletas y
unos cuatro carriles para autos.
Los
habitantes de la zona se enteraron del proyecto por medio de una maqueta muy
bonita y cara, pero no fueron tomados en cuenta. El proyecto se fue por la libre, de pronto se
publicó en la gaceta oficial del gobierno del DF y hoy esta a punto de
realizarse una consulta que se ve muy amañada a favor del si.
Marcelo
Ebrard y Miguel Angel Mancera, ambos hoy en París, seguramente estarán tomando
un aperitivo en uno de los miles de cafecitos de la ciudad luz y hablando de
estos temas.
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