Economía Formato 21


Miércoles 27 de julio, 2011



Sigue la turbulencia afectando los mercados. Las principales bolsas de valores del mundo cierran con pérdidas ante el negro panorama.



En Europa la crisis de la deuda griega no sólo no ha mejorado sino que está peor. Hoy la agencia calificadora Standard & Poors rebajó dos escalones la nota de Grecia por el riesgo de una suspensión de pagos.



En los Estados Unidos la falta de un acuerdo para elevar el tope de la deuda del gobierno, se cumple el próximo martes. Republicanos y demócratas siguen enfrascados en una lucha de vencidas, a ver quién puede más.



Para darnos una idea de lo que pasaría sí los congresistas no alcanzan un acuerdo, a partir del día 3 de agosto, el gobierno de los Estados Unidos dejaría de pagar entre 70 millones y 80 millones de cheques que paga cada mes. Representa 27 pagos cada segundo, día tras día. Se paga no sólo a los contratistas, a los empleados del gobierno federal, a los beneficiarios del seguro social, del seguro de desempleo, pero también tiene otros gastos como a las víctimas de enfermos del “mal de los pulmones negros”, (50 mil cheques en junio), pensionados de un fondo de trabajadores ferrocarrileros, (600 mil cheques mensuales).



Otro ejemplo, la nómina del Departamento de Defensa es de 6.4 millones de empleados entre activos y retirados, en promedio paga un millón de dólares en facturas y 660 mil gastos de viaje al mes, estos son algunos datos que ha dado el Presidente Barack Obama para urgir a los republicanos dar los pasos para salir de esta crisis que se ve venir.



Los daños a México serían de la magnitud de un fuerte terremoto o un huracán categoría cinco. Nuestra dependencia del vecino del norte anda por el 80 por ciento de nuestras exportaciones, las remesas, y el turismo también pegados a los Estados Unidos.



Ya el Presidente Felipe Calderón se olvidó del catarrito de sus colaboradores de Hacienda, y advirtió ayer sobre la salida de capitales en caso de un default de los Estados Unidos.



La atención puesta en Washington, las reuniones entre congresistas son vistas con lupa a la espera de que pronto haya humo blanco y se alcance un acuerdo.



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