Los enredos en torno a la palabra “plusvalía” ha creado una
tormenta que está lejos de amainar. En el diccionario de la RAE dice
“Acrecentamiento del valor de una cosa por causas extrínsecas a ella”. Aplicado
a una propiedad es el aumento de valor por mejoras en su entorno, mejores vías
de comunicación, calles, alumbrado, comercios, escuelas, parques, entre otros.
Muchos invierten en una casa con la esperanza que el paso de los años aumente
su plusvalía y gane un dinero. La confusión saltó por la plusvalía que se
pretende legislar en la nueva Constitución de la CDMX y en una nueva Ley de
Vivienda, dos documentos distintos. La nueva Ley de Vivienda específica que
“plusvalía será propiedad pública de la ciudad” con que esta interpretación
termina de un plumazo con la plusvalía por un bien privado, al menos así se
entiende, pero ni lo mismos asambleístas que lo aprobaron han atinado a
explicarlo.
Tanto la nueva ley como la nueva Constitución local contemplan
el destino de plusvalías alejadas de los propietarios y que tendrían como
destino construir vivienda de grupos vulnerables y de bajos recursos, lo que en
el papel está bien, pero en la práctica se convierte en un proceso discrecional
y fuera del escrutinio. Esto sucede con otros impuestos que pretenden
invertirse en mejoras al medio ambiente y que terminan en otros rubros o en los
bolsillos de los gobernantes. El Artículo 21, inciso C, fracción 7 que se refiere a la regulación del suelo, dice: " Los incrementos en el valor del suelo derivados del proceso de urbanización se consdierarán parte de la riqueza pública de la ciudad. La ley regulará su aprovechamiento para restaurar los Ecosistemas y las zonas degradadas de la Ciudad". Esto significa en palabras claras que la plusvalía no será para el dueño del inmueble sino será parte de la riqueza pública de la capital.
El negocio inmobiliario es evidente en la CDMX, la venta de
casas a cambio de edificios se otorga de manera indiscriminada a los
constructores que pagan un impuesto de mitigación que no se sabe en donde se
aplica o simples mordidas que les permite construir donde no hay agua ni
servicios o que van a causar daños en el entorno.
Miguel Ángel Mancera insiste en que el tema se ha politizado y
pide a Asambleístas y Constituyentes aclarar el término de “plusvalía” y retirarlo
de ambos documentos. Afirmó el Jefe de Gobierno que vetará cualquier nuevo
impuesto que se pretenda proponer, pero hay mil maneras de imponer cargos
adicionales a los actuales. La Secretaría de Desarrollo Urbano y de Vivienda se
ve rebasada por la voracidad de constructores y autoridades. En defensa del
pago por la plusvalía, Felipe de Jesús Gutiérrez, titular de Seduvi dijo que
las Inmobiliarias pagaría la plusvalía, algo que ni el propio funcionario
cree.
Se habla de regular la vivienda, una promesa lejana de la autoridad,
es visto como un jugoso negocio inmobiliario en el que autoridades y constructores
están coludidos en la construcción de mega proyectos y otros no tanto que
carecen del estudio de impacto ambiental, que generan fuertes daños al
ecosistema, a los servicios públicos, al entorno de la colonia y de la zona sin
el menor mejoramiento de nada.
En Resumidas Cuentas se pretende ponen las bases de una
prolongada cuesta de enero.
Estmos rodeados de hampones que sólo se enriquecen a costa de nuestro trabajo. @llaguno66
ResponderEliminarEstos imbéciles ya sienten pasos y su ignorancia y corrupción afloran por todos lados. Bola de c´pinicos, ineptos y rateros.
ResponderEliminarHéctor @HCTOR6563
Sus socios: los de las fotomultas, los de las grúas, las constructoras, los viene viene que se adueñaron de calles y tribus del PRD.
ResponderEliminarInkkissythor!!!
Gran rata Mancera y el PRD
ResponderEliminarJosé Luis Altamirano