Por Arturo Corona Martínez

México está a unas semanas del cambio de poderes. Entrega Felipe Calderón del Partido Acción  Nacional PAN, y recibe Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional PRI.  El regreso del PRI al gobierno luego de una pausa de doce años en que gobernó el PAN, promete al menos cambios de sustancia en la larga lucha contra los cárteles de la droga.


Al iniciar el sexenio de Felipe Calderón, el 1 de diciembre del 2006, el clima postelectoral estaba muy enardecido. Andrés Manuel López Obrador del partido de la Revolución Democrática, PRD, demandaba un nuevo conteo de los votos, aseguraba que se había cometido fraude. Al final resultado oficial le daba una mínima ventaja de 0,56 por ciento a Felipe Calderón. Su toma de protesta tuvo se ser a hurtadillas en el Congreso, ante las protestas de la oposición.


Uno de sus primeros actos de gobierno fue decretar una guerra contra el narcotráfico. En ese entonces había seis grandes familias de narcos que controlaba el negocio ilícito del tráfico de drogas. Muchos dijimos que el anuncio de Calderón de enfrentar a los capos fue una mera maniobra para legitimar a su gobierno. La falta de una estrategia de inteligencia para luchar contra esas seis familias, logró en seis años multiplicar a los grupos de narcotraficantes hasta llegar a 14.
Sí se han atrapado a importantes capos de la droga, pero como la hidra, cortan una cabeza y surgen 4. Los delincuentes se han hecho más violentos y su impunidad está a la vista.

El "Lazca"
Heriberto Lazcano Lazcano, alias “El Lazca”, un ex militar, fundador del grupo de “los Zetas”, era uno de los más buscados en México y los Estados Unidos. Sobre su cabeza había una recompensa de 30 millones de pesos, la DEA de los Estados Unidos ofrecía 5 millones de dólares. Fundador y cabeza de los “Zetas”, un grupo sanguinario que aterroriza a sus contrincantes, cortándoles la cabeza.
"La ardilla"
El estado de Coahuila, al norte de México, frontera con los Estados Unidos, ha vivido una ola de violencia y muertes. En tan sólo un par de semanas, se fugaron 129 reos del penal de Piedras negras, fue asesinado José Eduardo Moreria, hijo de Humberto Moreira, ex presidente del PRI; y sobrino del gobernador Rubén Moreira, fue atrapado Salvador Martínez, alias “la ardilla” gatillero importante de Heriberto Lazcano Lazcano de la organización de los “Zetas”, A este sujeto se le atribuye la muerte de 72 indocumentados centroamericanos en el rancho de San Fernando, Tamaulipas, en el 2010.

José Eduardo Moreira

El domingo 7 de octubre, vecinos del poblado llamado “Progreso” Coahuila, dieron aviso a la policía de la presencia varios sujetos armados en la zona. “Progreso” está a unos 200 kilómetros de la frontera con los Estados Unidos, con 40 mil habitantes. En su desvencijado campo de beisbol se desarrollaba un juego de beisbol.

Progreso, Tamaulipas


A detectar la presencia de la patrulla de marinos, los sujetos armados intentaron huir y abrieron fuego con sus armas automáticas, todas fusiles R15 con lanza granadas. Un sospechoso fue abatido dentro de la camioneta pick up, el otro fue rodeado y recibió seis balazos. Los soldados de la marina, que suele patrullar por ahí, a cientos de kilómetros de la costa más cercana, avisaron a la policía para que de acuerdo con los protocolos, levantaran los cadáveres, se les practicara la necropsia, se les tomara huellas para su identificación.   



Pasada la medianoche, 12 horas después del enfrentamiento, un grupo de hombres armados y encapuchados, entró a la funeraria y se llevó los dos cadáveres. Lo que vino después fue un caos informativo al relatar lo que siguió.

"Fuertes indicios"
La noche del lunes, un boletín oficial de la Secretaría de Marina, daba cuenta de los “fuertes indicios”, sic de que Heriberto Lazcano Lazcano, alias “El Lazca”, había sido abatido, nada se dijo que ya no tenían los cadáveres. Después vino una serie de justificaciones, pero el hecho es que el cadáver del supuesto cabecilla de los “Zetas” fue hurtado de una funeraria, la Marina y la autoridad se dio cuenta de quién se trataba al momento del hurto de cuerpo, no se trato de ninguna tarea de inteligencia lo que llevó a los marinos a dar con “El Lazca”, sino un acto fortuito.

Sin duda un golpe al narcotráfico, pero el hecho de que no sabían a quién habían matado, y la serie de equívocos que siguieron,  le quitó la fuerza a lo que debía de ser uno de los grandes éxitos del sexenio del Presidente Felipe Calderón.
Matanza de migrantes en Tamaulipas

Lo que es más, retrata de manera cruel y despiada, tal y como matan los “Zetas” a sus rivales, los equívocos de la lucha contra el narcotráfico emprendida por Felipe Calderón. El balance no podía ser peor, más de 50 mil asesinados en estos 6 años, muchos de ellos civiles inocentes, la multiplicación de los grupos de narcotraficantes, y el sentir que estamos peor que hace seis años.

Son las cuentas que entrega Felipe Calderón a Enrique Peña Nieto.    

1 comentarios :

  1. A buena hora el Presidente Calderón le entró el furor por firmar leyes y pedir en la ONU un debate sobre la legalización de las drogas, cuando siempre se opuso.
    Saludos y felicidades por el blog.
    Manuel López Aguilar

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