El mundo al revés

Por Arturo Corona M.

Esta semana no sabíamos por donde iniciar el noticiario “De 1 a 3”, había dos temas: el narco túnel encontrado en Tijuana, o la narco fosa en Guerrero. El túnel en la frontera medía 600 metros, tenía ventilación, luz y rieles para transportar, -cual mineros- vagones repletos de mariguana. La policía encontró 25 toneladas empacada y lista para cruzar la frontera bajo las narices de la autoridad de ambos lados. La narco fosa de Acapulco era más macabra, 18 cadáveres, cinco ya identificados que pertenecen a un grupo de turistas michoacanos levantados en Acapulco el 30 de septiembre.

El narco túnel y la narco fosa, aunque muy distintos en apariencia, ambos tienen algo en común, ninguno fue descubierto gracias a la investigación policiaca, los dos fueron detectados gracias a llamadas de bandas rivales que guiaron a las autoridades hasta la boca del túnel de Tijuana y al pie de la tumba masiva de Acapulco. Todo esto fue acompañado de videos colgados en youtube en donde encapuchados vestidos con uniformes tipo militares, interrogan y torturan a sus rivales para sacarles nombres y datos para después encontrarlos ejecutados.

El parte de guerra

Desde hace un par de años se nos ocurrió programar una sección eventual en el noticiario que se llamara: “El parte de guerra”, luego de que el Presidente Felipe Calderón anunció que declaraba la guerra al narcotráfico. Decidimos que únicamente tendríamos “parte de guerra” cuando hubiera información relacionada con el narcotráfico, muertes, y operativos. Nuestros corresponsales inician la sección con las palabras: “En el frente de Juárez, de Tijuana, de Acapulco, de Morelia”, entre otros. Esta sección eventual es desde entonces una fija ya que a diario hay algo que reportar, especialmente en Michoacán y Chihuahua.

Irak: juego de niños

No es para menos, en lo que va de este año suman ya más de 10 mil los muertos por el narcotráfico y como van las cosas cerrará el año en más de 11 mil, el doble de los asesinatos del año pasado, lo que hace a nuestro país en uno de los más peligrosos del mundo, por encima de Irak o Afganistán, las muertes allá se ven como simples escaramuzas comparadas con el baño de sangre que vivimos en México.

El mundo al revés

En un verdadero “Estado de derecho”, tan mencionado por los políticos, se persigue a los delincuentes hasta que se les atrapa y se les juzga para que paguen su delito. Hoy sucede lo contrario, son los delincuentes los que secuestran a los rivales, les sacan datos, los matan y llevan a la policía hasta las evidencias, un verdadero mundo al revés. La delincuencia muy bien organizada y mejor armada, lleva la iniciativa. La autoridad se limita a presentarse al lugar al que los llevan las pandillas rivales, aseguran el lugar del crimen, y buscan salir en la foto, no por su investigación que quisieran parecerse a CSI, sino por las denuncias de pandilleros.

En resumidas cuentas, muchos nos preguntamos ¿y ahora que sigue? Qué se necesita para detener este baño de sangre que ya ni nos llama la atención. Vamos de un hallazgo macabro a otro. ¿Todo terminará cuando caiga el Chapo Guzmán, el mexicano más poderoso del mundo según la Revista Forbes? Pues no va a pasar nada, cae el Chapo y surgirá alguien que lo sustituya. Estamos en un punto crítico, las muertes este año duplican ya a las registradas en el 2009, la delincuencia marca el paso y la estrategia de la lucha contra el narcotráfico necesita replantearse. El Presidente Felipe Calderón dijo esta semana algo que nos recordó al gran estadista que fue Winston Churchill, cuando bajo el bombardeo alemán de Londres, dijo a sus conciudadanos, “no tengo más que ofreceros que sangre, sudor y lagrimas”. Calderón dijo que desgraciadamente vendrán más asesinatos, pero Calderón no es el líder que fue Churchill.