Por Arturo Corona M.
En los Estados Unidos se ofrece un seguro de repatriación que garantiza que los restos de inmigrantes hondureños, salvadoreños, guatemaltecos, nicaragüenses y mexicanos muertos, sin importar su calidad migratoria, puedan ser enviados a sus países de origen. El seguro incluye el pago de trámites consulares, permisos, embalsamamiento, ataúd, tarifa aérea y traslado hasta donde viva la familia, costos calculados en 3 mil dólares. El seguro se ofrece entre 30 a 50 dólares para una cobertura de tres a cinco años.
En contra, según cifras del Colegio de la Frontera Norte, hace dos años un pollero cobraba a un centroamericano unos 3 mil dólares si es que quería poner pie en los Estados Unidos, mismos 3 mil dólares que cuesta la repatriación de los restos de un indocumentado muerto en el país del “gran sueño americano”.
Faltan dos
De los 72 indocumentados centroamericanos asesinados en el Rancho del poblado de San Fernando, en Tamaulipas, 46 están identificados, de ellos 21 son hondureños, 13 salvadoreños, 5 guatemaltecos 6 ecuatorianos y un brasileño. Los dos únicos testigos de la matanza, son hondureños, hay otros dos de los que no se sabe si se unieron a los zetas o simplemente también huyeron, una de ellas es una mujer embarazada y su hija que fue secuestrada por los asesinos. En total 76 centroamericanos estaban en este grupo.
Honduras país de migrantes
Se calcula que la comunidad hondureña en los Estados Unidos llega al millón de personas, de ellos 300 mil son ilegales. Incluso el número de hondureños deportados de los Estados Unidos en el 2002, superó al de los mexicanos. ¿Qué hace que ciudadanos de honduras se arriesguen a ser robados, vejados, violados y asesinados en su intento de cruzar México rumbo a los Estados Unidos? Tal vez parte de la respuesta es la gran comunidad hondureña que reside en los Estados Unidos gracias a que en 1998 se les otorgó el status de protección temporal por el paso del huracán “Mitch”. Muchos cruzan nuestro país para entrar a los Estados Unidos y poder reunirse con sus familiares.
El Instituto Nacional de Migración
El tráfico de centroamericanos se ha convertido en un jugoso negocio para las bandas de polleros, policías y agentes de migración. Las bandas de zetas secuestran a los indocumentados, les exigen dinero a cambio de su libertad o los asesinan como sucedió en Tamaulipas. La autoridad migratoria que según el organigrama de la secretaría de Gobernación, debe “contribuir al desarrollo del país a través de una gestión migratoria eficiente y segura, con base en el marco legal y el pleno respeto a la dignidad humana” hace todo menos eso.
Cecilia Romero
¿En donde quedó el respeto a la dignidad humana? cuando un funcionario contrata un tráiler sin refrigeración, para trasladar a los cadáveres al Servicio Médico Forense de la Ciudad de México. El tráiler chocó y lesionó de gravedad a una joven mujer. Pero no sólo eso, en donde está su directora la señora Cecilia Romero, miembro del partido Acción Nacional desde hace 28 años, ex diputada, es senadora, fue presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores en el Senado, candidata perdedora en la Delegación Coyoacán, miembro del equipo de transición de Felipe Calderón, fue la responsable de que se diera el traspaso de poderes. Hace cuatro años fue nombrada Comisionada del Instituto Nacional de Migración.
La señora Romero apenas en enero pasado habló ante los embajadores de México y dijo: “el
Instituto está metido en un proceso de transformación para modernizar la gestión migratoria para garantizar la seguridad por un lado y por otro una recepción hospitalaria a extranjeros”. Dos temas básicos en los que el Instituto de Migración falla estrepitosamente, El INM deber ser revisado con lupa, cambiado su director, por otros que sí sepa de la materia, revisar su organización, oficinas regionales y hacer una limpia a fondo.
En resumidas cuentas, los funcionarios mexicanos son buenos para criticar la ley antiinmigrante de Arizona, sacamos la casta cuando hay que gritar por el maltrato contra nuestros paisanos, pero nos callamos cuando asesinan a 72 indocumentados en nuestra casa. El tráfico de indocumentados centroamericanos es un tema pendiente al que no le han querido entrar a fondo nuestras autoridades. Corrupción, bandas criminales, violación a los derechos humanos, es el común denominador que llegó a un nivel inaceptable, 72 muertos son muchos.
En los Estados Unidos se ofrece un seguro de repatriación que garantiza que los restos de inmigrantes hondureños, salvadoreños, guatemaltecos, nicaragüenses y mexicanos muertos, sin importar su calidad migratoria, puedan ser enviados a sus países de origen. El seguro incluye el pago de trámites consulares, permisos, embalsamamiento, ataúd, tarifa aérea y traslado hasta donde viva la familia, costos calculados en 3 mil dólares. El seguro se ofrece entre 30 a 50 dólares para una cobertura de tres a cinco años.
En contra, según cifras del Colegio de la Frontera Norte, hace dos años un pollero cobraba a un centroamericano unos 3 mil dólares si es que quería poner pie en los Estados Unidos, mismos 3 mil dólares que cuesta la repatriación de los restos de un indocumentado muerto en el país del “gran sueño americano”.
Faltan dos
De los 72 indocumentados centroamericanos asesinados en el Rancho del poblado de San Fernando, en Tamaulipas, 46 están identificados, de ellos 21 son hondureños, 13 salvadoreños, 5 guatemaltecos 6 ecuatorianos y un brasileño. Los dos únicos testigos de la matanza, son hondureños, hay otros dos de los que no se sabe si se unieron a los zetas o simplemente también huyeron, una de ellas es una mujer embarazada y su hija que fue secuestrada por los asesinos. En total 76 centroamericanos estaban en este grupo.
Honduras país de migrantes
Se calcula que la comunidad hondureña en los Estados Unidos llega al millón de personas, de ellos 300 mil son ilegales. Incluso el número de hondureños deportados de los Estados Unidos en el 2002, superó al de los mexicanos. ¿Qué hace que ciudadanos de honduras se arriesguen a ser robados, vejados, violados y asesinados en su intento de cruzar México rumbo a los Estados Unidos? Tal vez parte de la respuesta es la gran comunidad hondureña que reside en los Estados Unidos gracias a que en 1998 se les otorgó el status de protección temporal por el paso del huracán “Mitch”. Muchos cruzan nuestro país para entrar a los Estados Unidos y poder reunirse con sus familiares.
El Instituto Nacional de Migración
El tráfico de centroamericanos se ha convertido en un jugoso negocio para las bandas de polleros, policías y agentes de migración. Las bandas de zetas secuestran a los indocumentados, les exigen dinero a cambio de su libertad o los asesinan como sucedió en Tamaulipas. La autoridad migratoria que según el organigrama de la secretaría de Gobernación, debe “contribuir al desarrollo del país a través de una gestión migratoria eficiente y segura, con base en el marco legal y el pleno respeto a la dignidad humana” hace todo menos eso.
Cecilia Romero
¿En donde quedó el respeto a la dignidad humana? cuando un funcionario contrata un tráiler sin refrigeración, para trasladar a los cadáveres al Servicio Médico Forense de la Ciudad de México. El tráiler chocó y lesionó de gravedad a una joven mujer. Pero no sólo eso, en donde está su directora la señora Cecilia Romero, miembro del partido Acción Nacional desde hace 28 años, ex diputada, es senadora, fue presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores en el Senado, candidata perdedora en la Delegación Coyoacán, miembro del equipo de transición de Felipe Calderón, fue la responsable de que se diera el traspaso de poderes. Hace cuatro años fue nombrada Comisionada del Instituto Nacional de Migración.
La señora Romero apenas en enero pasado habló ante los embajadores de México y dijo: “el
Instituto está metido en un proceso de transformación para modernizar la gestión migratoria para garantizar la seguridad por un lado y por otro una recepción hospitalaria a extranjeros”. Dos temas básicos en los que el Instituto de Migración falla estrepitosamente, El INM deber ser revisado con lupa, cambiado su director, por otros que sí sepa de la materia, revisar su organización, oficinas regionales y hacer una limpia a fondo.
En resumidas cuentas, los funcionarios mexicanos son buenos para criticar la ley antiinmigrante de Arizona, sacamos la casta cuando hay que gritar por el maltrato contra nuestros paisanos, pero nos callamos cuando asesinan a 72 indocumentados en nuestra casa. El tráfico de indocumentados centroamericanos es un tema pendiente al que no le han querido entrar a fondo nuestras autoridades. Corrupción, bandas criminales, violación a los derechos humanos, es el común denominador que llegó a un nivel inaceptable, 72 muertos son muchos.
Hola Arthur!
ResponderEliminarSiempre existió la picaresca desde que el Mundo es mundo. Pero el cariz que cobra en muchas circunstancias desafortunadas
Va más allá y se convierte en una explotación del ser humano. Me parece inconcebible que se trafique con el dolor y la necesidad humana,
pero aún es más grave, la impunidad.
Un abrazo desde Madrid.
Patricia Alvarado.
UN GRITO DE ESPERANZA PARA MÉXICO EL 15 DE SEPTIEMBRE PRÓXIMO
ResponderEliminarEl sacrirficio de miles de idealistas valientes (como mi abuelo Alfonso Leyzaola) no puede, no debe ser en vano. Pasamos por momentos difíciles pero no se vale quejarse sin hacer nada. ¿tú qué has hecho por México, por la educación, la honorabilidad y la no corrupción en tu familia? Felipe Calderón es un gran Presidente a quien le ha faltado apoyo, empezando por su partido. Creo firmemente que la unión hace la fuerza, que el ejemplo es la mejor enseñanza y que salvar al país es responsabilidad de todos. Este 15 tenemos mucho que celebrar, empezando porque al fin se inició la lucha contra el cáncer del crimen organizado que el PRI dejó crecer por más de 70 años. Creo que los mexicanos positivos triunfarán sobre los fatalistas y se avocarán con todas sus fuerzas a trabajar en el presente para que el futuro de nuestros niños sea próspero, justo y equitativo. Este 15, como nunca, ¡VIVA MÉXICO!
Ligia Ochoa Leyzaola
periodista independiente