Al cumplirse los primeros cien días de la presidencia de
Donald Trump, esta fecha de tres meses que marca los avances y retrasos de las
nuevas administraciones en los Estados Unidos, tradición iniciada con la
presidencia de Teddy Roosevelt a principios del siglo 20, es costumbre hacer un alto en el camino y
analizar el camino andado y el que falta.
El propio Donald Trump dijo que ser presidente es más difícil
de lo que pensaba y para muestra varios temas con los que compitió en campaña y
vendió al electorado como una limpia de políticos corruptos, la construcción
del muro, la expulsión masiva de indocumentados, la cancelación del TLCAN, el
desmantelar el sistema de salud del presidente Barack Obama, le cierre a la
entrada de musulmanes, todas estas promesas que vendió y le compró el
electorado clase media baja, hoy están en la congeladora. No es lo mismo ofrecer
en campaña que cumplir desde el Salón Oval de la Casa Blanca, la división de
poderes las ha frenado por el momento.
El primer golpe fue el cambio del sistema de salud conocido
como Obamacare por un Donaldcare. La propuesta de Trump se topó con la negativa
del Congreso. Antes de una derrota en la votación fue retirada.
El siguiente fue la prohibición a personas de siete países de
mayoría musulmana a viajar a los Estados Unidos, su entrada en vigor fue
caótica en los aeropuertos que se vieron rebasados. Las protestas se
multiplicaron y un Juez de San Francisco las frenó.
La otra propuesta que vendió bien en campaña fue construir un
alto, fuerte y bonito muro en la frontera para frenar indocumentados y drogas, algo
necesario según Trump. Pero para iniciar su construcción hacen falta 1,400
millones de dólares en una partida especial autorizada por el Congreso, pero
ante el temor de otra derrota legislativa, la Casa Blanca decidió retirarla y
esperará un mejor momento. Una retirada más fue el BAT, el Border Adjustment
Tax, por sus siglas en inglés, el impuesto transfronterizo que gravaría a las
mercancías producidas en México. En su lugar se ha propuesto un “Plan B” que es
bajar el impuesto a las empresas en los Estados Unidos de 35 a 15 por ciento en
un intento por hacer atractivo instalarse allá.
El siguiente asunto fue el Tratado de Libre Comercio de América
del Norte, en campaña Trump lo calificaba de un desastre que ha beneficiado a
México y dejado un enorme déficit comercial negativo para los Estados Unidos.
Ya sentado en la Casa Blanca Trump un día dice que impondrá un impuesto a las
mercancías fabricadas en México y exportadas allá, el otro aplaude que la Ford
cancele una planta en San Luis Potosí y el otro dice que se sentará con México
y Canadá a renegociar un buen acuerdo que beneficie a los tres países pero…siempre
deja la puerta abierta a levantarse de la mesa de negociación si el acuerdo no
beneficia a su país.
Además la popularidad del Presidente Trump se encuentran en su
nivel más bajo, los escándalos con Michael Flynn su efímero asesor de seguridad
nacional que tenía tratos cercanos con la embajada rusa, los pleitos internos
en la Casa Blanca entre sus asesores, el tema impuestos, salud, recorte a
programas del medio ambiente, ha golpeado su respaldo cuando apenas suman 100
días de gobierno, faltan al menos otros 1,360 días en la presidencia de Donald
Trump.
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